La necesidad de movimiento no es una necesidad menor. Condiciona el desarrollo del sistema nervioso, regula muchas de las funciones vitales y nuestros estados emocionales.
Pilar Crespo Sánchez, psicóloga y terapeuta psicomotriz, nos habla en este artículo como profesional y como madre. Nos ofrece unas sencillas pautas que pueden marcar la diferencia en la experiencia que los niños, y las familias, tengan de estos días de confinamiento.
Y nos hacía un apunte mientras hablábamos sobre esta publicación. Nos hablaba de la preocupante situación de los niños con enfermedad mental, sus pacientes habituales. De cómo el confinamiento puede agravar, está agravando, su situación. Ahora es tiempo de acción, de atenderlos, pero esperamos que más adelante tengamos la oportunidad de conocer más a fondo el tema.
Gracias, Pilar…
Tiempo de regulación
Sabemos que para el planeta esta crisis que estamos viviendo supone un tiempo de descanso y un respiro de aire más puro.
Aunque lo cierto es que los humanos estamos viviendo una situación forzadamente necesaria y que puede ocasionar dificultades, a grandes y a pequeños, al vivir el confinamiento en espacios reducidos y con pocas salidas al exterior.
Desde aquí nos gustaría ofrecer algunas propuestas o sugerencias que favorecerán el bienestar psicológico y afectivo y ayudarán a proteger a los más pequeños y a permitirles que:
- desplieguen sus propios recursos
- y su capacidad de resiliencia ante la situación actual.
Nada es eterno y necesitamos recordarlo
Es importante tener en mente que se trata de una situación transitoria y temporal y nuestro objetivo es ocuparnos para poder pasar las horas de la mejor manera posible.
Este aislamiento nos permite alejarnos del condicionamiento social para poder descubrir los ritmos de sueño y alimentación naturales, o la particular necesidad de movimiento de cada uno, por ejemplo. Y esto puede ser de gran ayuda para comprender las dificultades de adaptación del niño, y del adulto, a las necesidades sociales habituales.
Y la temporalidad de la situación nos pide que no olvidemos por completo la necesidad de saber adaptarnos a las exigencias que no son propias.
- Un calendario nos ayudará a tener presente de manera visual el contexto y nos dará referencia de temporalidad. Pudiendo diferenciar también el fin de semana, ya que haremos cosas diferentes como preparar comida especial o decorar la mesa…
- Proponemos mantener una estructura horaria. Realizar los cuidados personales habituales y las tareas domésticas, siendo más flexibles de lo habitual, respetando los ritmos de sueño y alimentación, aunque con una organización y previsión.
- Intercalar en este horario actividades variadas, tales como: juego libre y movimiento, tareas en la mesa más tranquilas y organizadas, nos pondrá en distintas situaciones que enriquecerán la experiencia y las posibilides de observación
La necesidad de movimiento de los niños
Los espacios serán nuestros aliados, mantener un lugar para el adulto como su “templo” donde poder reflexionar, leer y descansar es muy necesario. Así como asegurarnos de que los espacios donde juegan los niños son suficientemente seguros (probablemente explorarán cada rincón de la casa) y facilitan el acceso autónomo a sus materiales o juegos.
Los niños manifiestan su mundo interno a partir de la motricidad, por lo tanto lo que sea facilitar que se muevan libremente es de gran ayuda para:
- Permitir a los niños que liberen y canalicen su energía.
- Favorecer que los adultos podamos observar su necesidad de movimiento, sus habilidades y sus dificultades.
También es muy recomendable realizar ejercicios con los padres que requieran organizarse y llegar a acuerdos, estiramientos, yoga, saltar… mientras los adultos siguen con la mirada puesta en observar cómo los niños reaccionan a las propuestas y cuáles son las dinámicas de relación.
Es necesario ser más flexibles en cuanto a la demanda en tareas académicas, en el uso de pantallas y otros dispositivos digitales. Sin embargo, es importante que quede establecido cuándo y durante cuánto tiempo pueden acceder a dispositivos digitales a su alcance.
La organización del espacio y el tiempo aporta seguridad, permite al niño moverse en libertad y al adulto centrarse en la observación. Es importante dejar que sean nuestros hijos los que nos muestren qué quieren hacer. Puede ser una gran oportunidad para compartir con nosotros actividades de su interés.
Algunas propuestas sencillas con los más pequeñitos
- Participar en tareas domésticas como ordenar, limpiar o preparar la comida.
- Crear espacios seguros para trepar, saltar, rodar, atravesar túneles, esconderse o enrollarse en mantas, chutar pelotas hechas en casa.
- Alargar actividades de baño, masajes y aceites o escenarios de barcos piratas.
- Juegos sensoriales con harina, legumbres, especies…. o con el propio cuerpo.
- Juegos de luces y sombras en la pared
- Escuchar música y bailar, inventar coreografías.
- Practicar yoga juntos
- Juegos manipulativos con objetos, caja de formas, puzzles, vías de trenes, coches y parkings…
Propuestas con niños más mayores
- Las actividades anteriores.
- Juego con muñecos, disfraces, escenarios para representaciones de teatro (barcos piratas, selvas, caballeros y dragones….)
- Manualidades como pinturas, dibujo, papiroflexia, globoflexia, plastilina…
- Juegos de mesa, retos de ingenio
- Dispositivos digitales de forma compartida y cuidando siempre su salud visual, que nos muestren qué les interesa, que nos expliquen, incluirnos en el juego.
La actitud de los adultos
En los adultos lo ideal es intentar mantener una actitud de atención plena promover con sensibilidad una actitud de aceptación de la situación y animar a estar en el presente, aceptando cualquier sentimiento o sensación sin luchar contra ella, volviendo de nuevo con amabilidad a estar en el momento.
El mensaje de fondo sería transmitir bienestar, placer y gusto por lo cotidiano.
Que la ilusión de compartir el día a día se haga presente.
Es un momento para hacer “pequeñas grandes cosas juntos”.
Deseando que podamos salir de esta situación un poquito más despiertos, más sabios y sobre todo más conectados con la naturaleza y por lo tanto con nuestra propia esencia.
Pilar Crespo Sánchez
Psicóloga y terapeuta psicomotriz. CDIAP Rella-Niu
Formadora Posgrados UB.AEC.ASEFOP en Práctica psicomotriz Educativa preventiva y terapéutica.