Se acercaba el momento del parto y el bebé de Alba seguía de nalgas. La comadrona realizo una manipulación externa y consiguió girarlo. Mucho más tranquila, Alba se fue a casa y allí sintió como el bebé volvía a la posición que había elegido: de nalgas.
Las circunstancias por las que un bebé se coloca en una posición que dificulta el parto y el nacimiento pueden ser muchas. Algunas simplemente las desconocemos y otras no son modificables con los conocimientos y capacidades que ahora mismo tenemos. Por ello, en el intento de facilitar que el bebé adopte una posición adecuada para nacer es necesario abrirnos a la posibilidad de que no la tome. El trabajo de la madre será utilizar todos sus recursos para facilitar el nacimiento sea cual sea la posición del bebé.
Dicho esto, ¿qué podemos hacer para que el bebé tenga oportunidad de encontrar una mejor posición?