4 claves para la enseñanza de yoga en familia: conoce a fondo las técnicas que utilizas

Al hablar de yoga y familia, muchas veces escuchamos lo importante que es la intuición, el ser flexible para saber adaptarse a la situación, el cómo se hacen las cosas.

 

Y es cierto, lo que ocurre es que a menudo se interpreta que esto implica que la estructura, la firmeza y el qué se hace dejan de ser necesarios.

Pensar que un enfoque excluye al otro solo es fruto de una tendencia a mirar la realidad de una forma parcial. La tercera clave tiene que ver con las técnicas que utilizamos.

 

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Ser capaces de comprender que la estructura es necesaria para poder modificarla en función de las necesidades reales y cambiantes que vamos detectando, o que la coherencia entre lo qué hacemos y el cómo lo hacemos es lo que realmente hará eficaces nuestras acciones; me llevó centrar la tercera clave en lo qué hacemos, las técnicas que usamos para enseñar y practicar yga en familia.

Conocer a fondo una asana no tiene que ver con recordar y poner en práctica lo que los libros y profesores recomiendan para construirla, ni saber aplicarla para obtener los beneficios que los libros y profesores explican que tiene. Tiene que ver con tu experiencia con la asana, en tu propio cuerpo y en el cuerpo de los otros. ¿Cuál es el propósito de la asana? ¿Cómo la construyes para obtenerlo? ¿Cómo has observado que lo hacen los demás? ¿Qué benficios has descubierto que te aporta a ti y a los otros?

Desde este conocimiento experiencial, podrás ofrecer las asanas y dinámicas adecuadas a cada grupo y momento. La intuición que necesitas para ofrecer a las personas que vienen a tus clases lo que más les conviene, necesita estar apoyada en un profundo conocimiento de la naturaleza y los efectos de tus propuestas. La intuición es un proceso por el cuál eres capaz de gestionar, sin ser consciente de ello, una cantidad enorme de percepciones y ponerlas en relación con el conocimiento que tienes.

Si damos esto por válido, el menos es más toma aun más fuerza. Conocer experiencialmente una asana -descubriendo cuáles son sus beneficios y limitaciones por uno mismo- nos toma un tiempo mayor que conocerla solo mentalmente- practicándola sin poner en cuestión los beneficios y limitaciones que nos han dicho que tiene. Es probable que tengamos un abanico menor de recursos si nos comprometemos a usar solo aquellos que realmente conocemos, y comprenderemos que no podemos atiborrar con información a quien aprende.

Conociendo a fondo las técnicas que usamos y teniendo clara nuestra intención, adaptar a la realidad la estructura prevista para cada sesión será algo natural y sencillo. Y mucho más beneficioso, y sencillo para todos, que pretender que la realidad se adapte a nuestros planes.

Y con esto último, con el sentido de realidad, tiene que ver la cuarta clave que desarrollaré en el próximo post: la respuesta a la cuestión que citábamos al principio, el cómo.

Como es habitual, te invito a dejar tus reflexiones y experiencias en los comentarios, gracias por compartir tu conocimiento entorno a yoga y familia.

Tere Puig

El próximo 8 de octubre iniciamos el Ciclo de Seminarios de Profundización en Yoga para la Familia, escríbenos si estás interesado nacercrecer@happyyoga.com

2 Comentarios

  1. Rosa

    De veras que este articulo es brillante. Gracias Tere, recien me formo en yoga educativo y en junio haré un taller de yoga en familia….me interesa tu visión y espero poder recibir algún seminario. Gracias

    Responder
    1. nacercrecer (Publicaciones Autor)

      Me alegra mucho que el artículo te haya resonado… ¡Espero también encontrarnos!
      Saludos,
      Tere

      Responder

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