El cuerpo en la educación: «Chicos, os lo estamos poniendo muy complicado, parece que ahora mismo no sabemos hacerlo mejor»

Si queremos que realmente esté presente el cuerpo en la educación, empecemos desde el principio.

aprender-falta-sueñoHace unos días le explicaban a mi hija en una clase de técnicas de estudio en el instituto que el descanso, la alimentación y el ejercicio son esenciales para tener un buen rendimiento. Hasta ahí muy bien, todos lo sabemos por sentido común, lo hemos experimentado y hay estudios que lo avalan. Tienen que dormir 8 horas como mínimo y desayunar bien. Perfecto. Pero con los horarios escolares y la cantidad de trabajo que se llevan a casa ¿cómo lo hacen para dormir bien, ir bien comidos a la escuela, hacer deporte, sacar tiempo para cultivar sus intereses personales y además, que de esto no les hablaron pero lo considero esencial, respetar sus ritmos y necesidades naturales?

Si los chicos entran a las 8h, quiere decir que el más suertudo está desayunando a las 7h15. Mucha gente no tiene hambre a esa hora (muy natural si uno ha cenado a las 21h, se sabe que es necesario que entre la cena y el desayuno pasen 12h para que se produzca diariamente la depuración del organismo que necesitamos), desayunarían con gusto a las 9h o a las 10h pero en clase no se puede comer ¿cómo tienen que hacerlo?

Podrían cenar más temprano, pero es que salen del instituto a las 14h30, están comiendo a las 15h… Tampoco hay mucha hambre a las 19h.

Pueden conseguir dormir 8h y desayunar bien antes de ir a la escuela, pero es a base de entregarle toda su vida: entre las 16h que acaban de comer y las 19h que tienen que estar sentados para la cena, y entre las 20h que acaban de cenar y las 22h que tienen que estar durmiendo, les quedan 5 horas para los deberes, sus hobbies y pasiones, el deporte que también es necesario, su mundo interno y las relaciones sociales y familiares, difícil malabarismo…

¿Cómo podemos darles lecciones sobre lo que tienen que hacer si no les procuramos un entorno que les permita hacerlo? ¿Os imagináis el sentimiento de impotencia que esto genera y, sin duda, la desconfianza que estos chicos sienten hacia los adultos que usan este tipo de juegos?

 

Creo que es hora de ser más honestos con nosotros y con nuestros jóvenes: «Chicos, os lo estamos poniendo muy complicado, parece que ahora mismo no sabemos hacerlo mejor», pienso que por ahí deberíamos empezar y a continuación empezar a hacerlo mejor. Si queremos que realmente esté presente el cuerpo en la educación, empecemos desde el principio, ofrezcamos propuestas y entornos que respeten sus ritmos.

Tere Puig

8 Comentarios

  1. Mamen

    Te leo y me estás contando las incoherencias que he vivido desde el 1er de la ESO con mi hijo que hoy está ya en un ciclo formativo. Afortunadamente en este instituto ya se puede respirar ese cambio, muchas de las tareas se realizan en clase.
    Creo que el activismo , tanto por parte de los profesores , que se dan cuenta perfectamente de las carencias en educación emocional, como de las madres y padres , que juegan un papel fundamental en el comunicar las incoherencias de los horarios y más,( sistema de enseñanza, etiquetado del alumnado…) es la base para que tod@s juntos construyamos un sitema educativo más respetuoso con los ritmos biológicos.
    Gracias por tu reflexión .,
    Mamen

    Responder
    1. nacercrecer (Publicaciones Autor)

      Qué importante que todos, en la medida que cada uno podamos, seamos parte del cambio. ¡Gracias, Mamen!
      Tere

      Responder
  2. Educacion emocional

    La verdad es que el horario escolar y laboral condiciona la calidad de vida. Deberíamos poder ofertar alternativas distintas a nivel de horarios y metodología para que cada familia pudiese elegir lo más conveniente en base al estilo de crianza que quiera ofrecer a sus hijos.

    Responder
    1. nacercrecer (Publicaciones Autor)

      Toda la razón… Gracias por tu comentario.

      Responder
  3. Cristina

    Completamente de acuerdo Tere. Queremos enseñarles algo que ni siquiera nosotros somos capaces de hacer.
    Este año me veo a mi misma imponiendo limites a los horarios de escuela (mi trabajo) y el resto de compromisos laborales precisamente porque me veo atrapada en un tetris que, pensando en formar familia, no quiero transmitir.
    Sigo considerando que los niños necesitan modelos y siendo modelos es como lo integran.
    Un abrazo!

    Responder
    1. nacercrecer (Publicaciones Autor)

      ¡Cuánta razón llevas, Cristina!
      Nos queda un buen camino por recorrer, sigamos…
      Gracias por tu aporte…
      Un abrazo,
      Tere

      Responder
  4. Paloma Morales

    Estoy totalmente de acuerdo, con todo lo que expone Tere Puig, es absolutamente cierto que les complicamos más que solucionamos, pues creamos problemas sin darnos cuenta y ellos sienten desconfianza en ellos en nosotros y por supuesto en sus educadores del colegio o instituto.
    Me siento frustrada e impotente al no saber actuar con armonía ante todos los que estamos orquestando las bases de su crecimiento.
    Mi hijo tiene casi 15 años y expone sus desacuerdos con cierta rebeldía, la respuesta a eso es lo que me tiene perdida , pues soy demasiado consciente o inconsciente, esa es mi agonía personal.
    Gracias de todos modos por compartir tales inquietudes, de algún modo he sentido alivio.

    Paloma Morales
    omshanti

    Responder
    1. nacercrecer (Publicaciones Autor)

      Gracias por compartir tu experiencia Paloma, es probablemente un sentimiento que muchos compartimos…

      Seguro que observarnos con espíritu crítico y voluntad de cambio ya es un gran paso, sin duda indispensable…

      Sigamos y hagámonos compañía en el camino…

      Un abrazo,

      Tere

      Responder

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.