La vida intrauterina: el secreto está en la experiencia

El desarrollo del embrión y del feto se efectúa por el canal de los olores, de los sabores, de las formas, de los colores, de las texturas y de los sonidos. Caraka Samhita

gestaciónLa cadena de experiencias que preparan a un ser humano para su vida en la tierra comienza con las aventuras de la primera célula viva. Lo que esta célula experimentó con respecto a temperatura, composición de su entorno, alimento disponible con el que sustentar sus actividades, cambio climáticos y encuentros con otros objetos o miembros de su especie, fue transmitido a sus descendientes.

Durante el tiempo que permanece en el útero, el pequeño ser humano necesita que se le permita seguir en línea recta las etapas evolutivas de sus antecesores -desde la célula hasta el Homo Sapiens listo para nacer, pasando por el anfibio- sin que ocurra nada para lo que la experiencia de sus antepasados no le haya preparado.

Durante este tiempo, y a no ser que la madre viva junto a un aeropuerto, frecuente discotecas o conduzca un camión, el embrión es alimentado, mantenido a la temperatura adecuada y sacudido de un lado a otro, de la misma manera en que lo eran ya los primeros embriones de los cazadores-recolectores. Tampoco lo que escucha difiere mucho de lo que escuchaban aquellos: los latidos del corazón de su madre, su voz y las voces de otras personas y animales; escucha también su digestión, sus ronquidos su risa, su canto , su tos… Y ninguno de estos sonidos le molesta. Su adaptación los ha tenido todos en cuenta a lo largo de los millones de años en que sus antepasados escucharon sonidos parecidos, igual de fuertes e igual de repentinos, Y es más, debido a esta experiencia de sus antepasados, el pequeño ser humano espera los sonidos, las sacudidas y los movimientos bruscos; forman parte de la experiencia que necesita para completar su desarrollo prenatal.

del libro El concepto del continuum (L. Liedloff)

La cita pertenece al libro La Educación Prenatal Natural (M.A. Bertin)

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