El parto no es asunto del intelecto

 

¿Qué condiciones son necesarias para que se desarrolle un parto natural, es decir, sin necesidad de intervenciones médicas? Michel Odent nos ofrece esta valiosa información de forma sencilla y clara.

 

Parto natural¿Por qué es importante que el neocórtex deje de funcionar durante el parto? 
Los seres humanos hemos desarrollado a un grado extremo lo que llamamos el cerebro neocórtex, donde está el intelecto. Esto hace más difícil nuestro proceso de parto, pues las inhibiciones provienen desde la actividad del cerebro pensante. El parto no es asunto del intelecto; por tanto, cuando una mujer está dando a luz el neocórtex debe dejar de trabajar, y eso es lo que ocurre. Una mujer de parto se evade hacia otro estado, es indiferente a todo lo que pasa alrededor, olvidando lo que ha aprendido, pudiendo comportarse de maneras consideradas inaceptables para mujeres civilizadas. Puede gritar, decir garabatos, ser maleducada o impropia, puede ubicarse en posturas extrañas, o hablar cosas sin sentido. Todo eso significa que la parte racional dejó de trabajar y es una buena señal. La mujer debe ser protegida de la estimulación del neocórtex.

¿Cómo se evita estimular el neocórtex?
El principal estimulante del neocórtex es el lenguaje, y es la interferencia negativa más común en el parto. Se debe evitar hablar, y lo que se diga debe hacerse con extrema precaución. Es importante evitar cierto tipo de lenguaje más racional y numérico. Se debe evitar preguntar cosas a la mujer de parto. Es increíble el número de preguntas inútiles que se les hace a las parturientas. Para entender esto se puede hacer una analogía con el acto sexual. Si una pareja está en un estado pre orgásmico, y de pronto la mujer le pregunta a su marido qué quiere comer para la cena, esa pregunta estimulará su neocórtex y puede interrumpir el proceso del acto sexual.

¿Qué otros factores debemos cuidar?
El efecto de la luz, pues esta también estimula el neocórtex. Hoy sabemos de la existencia de una “hormona de la oscuridad”, la melatonina. Para prepararse para dormir una persona apaga las luces, y eso favorece la generación de melatonina, la cual reduce la actividad neocortical. Así ayuda a la persona a dormirse, a “caer en el sueño”, de la misma manera en que puede ayudar a una mujer a “caer en trabajo de parto”. Otra situación que estimula el neocórtex es la sensación de ser observados. Esto tiene muchas implicancias prácticas: se puede contrastar a una matrona parada enfrente de una mujer en trabajo de parto, observándola, con otra que se sienta en un rincón sin llamar la atención. Debemos tener cuidado también con cualquier instrumento de vigilancia, como cámaras, monitores, equipos médicos, etc. Esta necesidad básica no está bien comprendida en general por el mundo médico ni siquiera entre los promotores del parto natural.

Son todas cosas bastante simples en realidad. 
Son cosas de sentido común pero que se han olvidado. La sensación de seguridad es lo central. ¿Y cuál es el prototipo de la persona con quien te puedes sentir segura sin sentirte observada? Esa persona es la madre. De ahí viene la palabra matrona. Por eso es muy importante redescubrir su rol como una madre, una mujer protectora. Eso implica un redescubrimiento de lo que es la partería auténtica y la importancia de la protección del parto. El desafío en el siglo XXI no es adquirir conocimiento, sino retomar el conocimiento adquirido desde antiguo y que está en contradicción con los condicionamientos culturales que tenemos.

M. Odent, entrevista realizada para la revista Paula 

2 Comentarios

  1. Natalia

    Me encanta el artículo. Muchas gracias.

    Me gustaría añadir algo de lo que no se habla, y es del sentido del olfato. En el momento del parto el olfato fue un punto muy importante para mi a la hora de «confiar». Y también el oído, tanto en palabras como en sonidos externos!!
    ha sido la experiencia más bonita de mi vida!!

    Responder
    1. nacercrecer (Publicaciones Autor)

      ¡Gracias por tu aportación!

      Completamente de acuerdo…

      ¡Un abrazo y hasta pronto!

      Responder

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